Lo que sucedió en el Libertadores está más que claro. Boca no hizo lo que sí Independiente (en la Bombonera) y ahora miraremos la Copa Sudamericana por televisión. Pero ojo! eh, porque no perdimos y si somos finos en cada partido en particular o a lo largo de los 180 minutos que duró esta serie, si hay un equipo que hizo mejor las cosas y que mereció más, ese sin dudas fue el “Xeneize”.
Lejos está de mí “llorar”, como se dice vulgarmente. Principalmente porque si hay algo que tengo claro es que los partidos se ganan, no se merecen. Ahí fue donde perdió, si puede decir esto, Boca. Porque no convirtió las claras situaciones que tuvo, pese a que Independiente también nos había perdonado con otras tantas idénticas.
Tampoco voy a “llorar” por el sólo hecho de que Boca hace mucho tiempo que viene demostrando estar en la elite del fútbol mundial. Pese a no ser el Barcelona, que hoy sí perdió con el Real Madrid, nuestro equipo es claramente uno de los mejores de Sudamérica, le pese a quien le pese, y así lo demostró el semestre pasado llegando a las finales de cada torneo en el que participó. Pero no se clasificó a los octavos y a otra cosa mariposa.
Entonces sí voy a hilar fino. Dejando de lado lo “chiquito” que resultó nuestro rival, que por más que tengas un hombre menos (mirá nuestro ejemplo en la ida) no podéshacer tiempo desde el minuto 10, en tu cancha, con el mote (que aunque te duela ya no te pertenece) de Rey de Copas y que seguro jugando así vas a perder más de lo que ganás; sí voy a analizar a Boca. Ahí es donde encuentro rápidamente altibajos en algunos futbolistas, es cierto, pero sobre todo en el rendimiento.
Si esto fuera una velada de Box, se podría decir que al minuto del complemento teníamos a nuestro rival contra las cuerdas y faltaba la precisión para el golpe final. Y ahí fallamos. Lo nuestro fue todo vértigo, ir para adelante sin saber cómo, con mucha gente pero pocas ideas.
Bien Falcioni en los cambios, me gustaron, pero faltó ese jugador pensante, que le de la pausa necesaria a nuestro juego para que un partido que pintaba “chivo”, sólo en los primeros quince minutos, se vuelva a nuestro favor con tan sólo un gol.
Cuando felicito al DT por los cambios es porque hizo lo correcto con lo que tenía a mano. Qué le vamos a reprochar a Falcioni si en ese banco, con muchos pibes, no tenemos ese jugador que pueda pensar con la pelota en movimiento. Rápidamente cae la ficha en Riquelme, un jugador que dentro de la cancha para mí no hay otro igual, pero que tomó la decisión de irse y ya no hay marcha atrás.
Es más, si queremos analizar sus comportamientos fuera del rectángulo de juego, seguramente coincida con todos los muchachos (que respetuosamente y con criterio) aquí comentan. Fuera, no nos representó como debía y todos los peros hacia él son ciertos. Pero a un jugador de fútbol ¿en dónde y cómo se lo juzga? Y claro, por lo que hace con la pelota. Ahí es donde digo que no hay otro igual a él, ni en Boca ni en ningún lado.
Como dije antes, Román se fue y ahora hay que buscar variantes. La Copa ya no está y es una verdadera pena. No por lo que signifique, porque en realidad es un torneo de menor jerarquía a otros, sino porque ahora esos chicos, esos pibes con gran futuroque tenemos que foguear, no van a poder tener los minutos necesarios.
Y lo lamento tanto, pero también tengo el convencimiento que a partir de ahora el Torneo Inicial no se nos puede escapar. A hacer borrón y cuenta nueva, a pensar en el MEJOR equipo para este torneo y a volver a estar en los primeros planos. Sí, como hace algunos días nomás, donde levantamos una copa más que nos sigue manteniendo como uno de los equipos más ganadores del mundo.
Ángel Quiroga
