En el Único de La Plata, el Xeneize ganó por dos goles de penal de Zárate y otro de Mas, quien fue el capitán. Una versión completamente diferente a la vista contra Claypole.
Después de la derrota del último domingo contra Talleres en la Bombonera, Boca salió al campo de juego del Estadio Único de La Plata por los treintaidosavos de final de la Copa Argentina para tratar de ganar un poco de paz tras días bastante convulsionados.
Miguel Ángel Russo, como fue contra Claypole en el debut, decidió darle rodaje a muchos jugadores que en teoría son suplentes y paró un esquema alternativo para enfrentar a Defensores de Belgrano, que por la Primera Nacional empezó con dos empates de manera consecutiva.
Para los diez minutos de juego, una mano voló alto en el área del equipo del ascenso y el árbitro no dudó en cobrar penal para el Xeneize, que empezó el partido con la intensidad y la profunidad que tanto se le reclamó en la ajustada victoria contra Claypole en la fase pasada. Desde los doce pasos, Mauro Zárate se hizo cargo del remate y no tuvo ningún problema en abrir el marcador.
La primera parte se fue con mucha tranquilidad para el último campeón del fútbol argentino, que no tuvo problemas ante Defensores de Belgrano. No obstante, en la segunda parte, su rival tuvo la más clara con un tiro libre desde lejo que reventó el travesaño de Agustín Rossi. Rápidamente, llegó el 2-0 de Emmanuel Más tras un centro de Agustín Obando.
Para sentenciar el marcador, un nuevo penal tuvo a su favor Boca: cayó en el área Agustín Obando, quien tuvo un gran partido, y fue pena máxima. Como en la primera parte, Zárate agarró la pelota y no dudó: también remató cruzado y marcó el 3-0 para el Xeneize.
Si el próximo 7 de abril River vence a Atlético Tucumán, la Copa Argentina tendrá Superclásico en los dieciseisavos de final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario