El brasileño contó que se lo disputaban los dos grandes aunque él siempre tuvo en claro su rumbo. Además, elogió a Tevez, relató cómo lo cargó D’ Alessandro tras la final de Madrid y chicaneó: “Bajar de categoría significa un perjuicio incalculable”.
Estuvo poco tiempo en Boca Pedro Iarley. Sin embargo, los hinchas le tienen mucho cariño por haber convertido ese recordado gol frente a River, en el Apertura 2003. En una entrevista exclusiva con TyC Sports, repasó su carrera que está marcada claramente por el paso por el Xeneize.
En tu infancia, antes de jugar al fútbol, eras alguien muy activo…
Sí, hacía de todo: fútbol sala, básquet, voley, karate, vendí helado. No tenía necesidades porque en mi familia no faltaba la comida, pero hacer tantos deportes me dio coordinación.
Vos te ganaste que te compre Boca en aquel famoso partido en la Bombonera, por los octavos de final de la Copa Libertadores, donde ganan 1 a 0 con un gol tuyo. ¿Cómo fueron los detalles de esa negociación? Después del partido que le ganamos, mi nombre empezó a sonar por los medios para muchos equipos. Fue una gran vitrina. De repente, vino un empresario argentino que tenía futbolistas en Paysandú y me dijo que estaba la chance de negociar con Boca y River Plate.
¿Y qué le dijiste en ese entonces?
Él era hincha de Boca y yo le dije que quería ir a la Bombonera. Cuando jugué aquel partido con Paysandú, me había sorprendido la gente, la presión que había, me encantó el ambiente, quería jugar ahí. Entonces le dije: ‘veamos primero la chance de ir a Boca, sino evaluemos otras opciones’. A la semana, esa persona me dice que había chances y, como yo tenía una cláusula de salida para el exterior, eso facilitó bastante la negociación.
Cuando llegás, Bianchi te da la camiseta número 10. ¿Cómo fue la charla cuando te la ofrece?
Me dice que me va a dar la 10 porque Carlitos tiene la 9 y le dije que iba a ser un honor. Estaba muy nervioso, la verdad, pero ante Bianchi me mostré firme y no le demostré nada. Luego, le pregunté por qué no se la daba a Tevez y él argumentó que era joven y que yo tenía la experiencia para llevar ese número.
¿Qué significó el gol que le marcaste a River en 2003 y qué sentiste cuando la hinchada gritaba “y ya lo ve, y ya lo ve, es el hermano de Pelé”?
El Pato Abbondanzieri en el vestuario me dice: ‘vas a hacer un gol, metete brasileño, dale que tenés mucha calidad’. Y cuando hago el gol se lo dedico a él porque me dio confianza. Yo no esperaba que la afición gritara y me comparara con Pelé. Para mí es imposible estar cerca de él, pero la verdad que fue un partido redondo y, encima, Bianchi me terminó sacando para que la gente grite por mí.
El Pato Abbondanzieri en el vestuario me dice: ‘vas a hacer un gol, metete brasileño, dale que tenés mucha calidad’. Y cuando hago el gol se lo dedico a él porque me dio confianza. Yo no esperaba que la afición gritara y me comparara con Pelé. Para mí es imposible estar cerca de él, pero la verdad que fue un partido redondo y, encima, Bianchi me terminó sacando para que la gente grite por mí.
¿Creían que le podían ganar esa Intercontinental a un gran equipo como el Milan, en 2003?
El mejor Milan de todos los tiempos para mí: Dida, Kaká, Cafú, Seedorf, Maldini… Nuestro equipo tenía mucho corazón y Bianchi fue muy claro: ‘vamos a pelear hasta el final nos dijo porque nadie gana por anticipado’. Y montó la estrategia de dejarme solo arriba y trataba de quedarme con la pelota, pelearla y cuando la tenía, darle tiempo para que lleguen mis compañeros.
El mejor Milan de todos los tiempos para mí: Dida, Kaká, Cafú, Seedorf, Maldini… Nuestro equipo tenía mucho corazón y Bianchi fue muy claro: ‘vamos a pelear hasta el final nos dijo porque nadie gana por anticipado’. Y montó la estrategia de dejarme solo arriba y trataba de quedarme con la pelota, pelearla y cuando la tenía, darle tiempo para que lleguen mis compañeros.
¿Creés que este título que ganó Boca con River como adversario puede cortar la paternidad de los últimos tiempos?
Creo que sí y lo noté en la forma que Tevez y la gente se expresaban. Se necesitaba mucho de este título para que el equipo pueda ganar los próximos clásicos y esté mucho mejor. Es fundamental a nivel confianza para el futuro de Boca.
Creo que sí y lo noté en la forma que Tevez y la gente se expresaban. Se necesitaba mucho de este título para que el equipo pueda ganar los próximos clásicos y esté mucho mejor. Es fundamental a nivel confianza para el futuro de Boca.
Vos fuiste compañero de Carlitos. ¿Cómo lo viste sobre el final del torneo?
Sin dudas fue la figura. Estaba bien físicamente, con confianza. Vi otros partidos donde no estaba tan bien, pero los últimos siete u ocho partidos, cambió muchísimo porque agarraba el balón, tenía mucha responsabilidad en el juego y hacía goles.
Sin dudas fue la figura. Estaba bien físicamente, con confianza. Vi otros partidos donde no estaba tan bien, pero los últimos siete u ocho partidos, cambió muchísimo porque agarraba el balón, tenía mucha responsabilidad en el juego y hacía goles.
No llegaste a compartir plantel con Román. ¿Cómo lo ves en su nuevo rol?
Me hubiera encantado jugar con él y poder conocerlo. Está entre los más grandes del fútbol mundial. Seguro que le va a dar grandes alegrías. Él tiene nombre para ser un gran presidente, va a abrir puertas en todos lados. Va a depender de él, que se prepare y se especialice. Creo que tiene todo para ser un gran presidente. Cuando lo sea, me subo a un avión y le doy un abrazo.
Me hubiera encantado jugar con él y poder conocerlo. Está entre los más grandes del fútbol mundial. Seguro que le va a dar grandes alegrías. Él tiene nombre para ser un gran presidente, va a abrir puertas en todos lados. Va a depender de él, que se prepare y se especialice. Creo que tiene todo para ser un gran presidente. Cuando lo sea, me subo a un avión y le doy un abrazo.
¿Qué sentiste cuando Boca perdió la final en Madrid?
Estuve muy triste, mi hijo de 15 años también, que es muy fanático de Boca. Tiene todas las camisetas. Sufrimos bastante y encima D’ Alessandro me cargaba, me decía: ‘Llorá brasileño, llorá’.
Estuve muy triste, mi hijo de 15 años también, que es muy fanático de Boca. Tiene todas las camisetas. Sufrimos bastante y encima D’ Alessandro me cargaba, me decía: ‘Llorá brasileño, llorá’.
¿Qué es peor: perder una final de Libertadores contra el rival de toda la vida o irse al descenso?
El descenso. Perder contra el rival habrá revancha, te da que haya otro partido y se pueda ganarlo. Bajar de categoría significa un perjuicio incalculable. Y perder un clásico, por más importante que sea, te puede dar una revancha y seguro que lo vas a jugar a muerte.
El descenso. Perder contra el rival habrá revancha, te da que haya otro partido y se pueda ganarlo. Bajar de categoría significa un perjuicio incalculable. Y perder un clásico, por más importante que sea, te puede dar una revancha y seguro que lo vas a jugar a muerte.
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