El mediocampista de Boca repasó las cinco tarjetas rojas que vio a lo largo de su carrera y las calificó como un bajo promedio: "Me condicionan, pero estoy acostumbrado", dijo sobre las constantes amarillas. Desmintió haberse peleado con Tevez y describió el mal presente del equipo: "Peor no se puede estar"
Se centró en el mal comienzo durante el verano y las dos competiciones oficiales, pero creyó que fue apresurada la decisión de darle salida al Vasco Arruabarrena: "Hace dos meses salimos campeones, se podría haber aguantado... Pero nosotros estamos ajenos a eso". Ahora, se inició la era de los Barros Schelotto y señaló a la presión como el pilar fundamental que les exige: "Hay una nueva idea y hay que trabajarla. Peor no se puede estar".
Si bien aceptó que Lanús le sacó ventaja en el torneo local, no descartó que puedan pelearlo hasta las últimas consecuencias. Y sobre el Superclásico, reveló: "No puedo explicar la bronca que había en el vestuario por cómo habíamos jugado. No hablaba nadie y nos fuimos muy calientes". En tanto, declaró que le gustaría enfrentarse de nuevo con River en la Copa.
Una faceta de juego del volante rosarino de 30 años es el temperamento. Cosecha muchas tarjetas y eso le juega en contra. Igual, se defendió: "Amarillas tengo un millón, todas. Pero rojas sólo una en Unión, Newell's, Málaga y dos en Boca. Por lo agresivo que juego, no me expulsan nada". Reflexionó y advirtió que eso lo condiciona, aunque afirmó: "Lo sé manejar porque estoy acostumbrado".
HABLÓ DE SU SUPUESTA PELEA CON TEVEZ
Que Boca no está viviendo una buena actualidad es una realidad y Pablo Pérez lo reconoció. Trata de aislarse de las críticas del periodismo, pero admite que el equipo no juega a lo que quiere. "Físicamente estamos bien, el problema es que jugamos mal. Pero hay que insistir y estar unidos porque en algún momento vamos a salir", manifestó en diálogo con TyC Sports.
Se centró en el mal comienzo durante el verano y las dos competiciones oficiales, pero creyó que fue apresurada la decisión de darle salida al Vasco Arruabarrena: "Hace dos meses salimos campeones, se podría haber aguantado... Pero nosotros estamos ajenos a eso". Ahora, se inició la era de los Barros Schelotto y señaló a la presión como el pilar fundamental que les exige: "Hay una nueva idea y hay que trabajarla. Peor no se puede estar".
Si bien aceptó que Lanús le sacó ventaja en el torneo local, no descartó que puedan pelearlo hasta las últimas consecuencias. Y sobre el Superclásico, reveló: "No puedo explicar la bronca que había en el vestuario por cómo habíamos jugado. No hablaba nadie y nos fuimos muy calientes". En tanto, declaró que le gustaría enfrentarse de nuevo con River en la Copa.
Una faceta de juego del volante rosarino de 30 años es el temperamento. Cosecha muchas tarjetas y eso le juega en contra. Igual, se defendió: "Amarillas tengo un millón, todas. Pero rojas sólo una en Unión, Newell's, Málaga y dos en Boca. Por lo agresivo que juego, no me expulsan nada". Reflexionó y advirtió que eso lo condiciona, aunque afirmó: "Lo sé manejar porque estoy acostumbrado".
HABLÓ DE SU SUPUESTA PELEA CON TEVEZ
- "Vi miles de mensajes diciendo que estábamos peleados y lo llamé. Me dijo que estaban inventando muchas cosas y esa fue la charla. En Boca se habla poco de fútbol. Se dicen muchas cosas y nos la tenemos que bancar, aunque por dentro molesta".
- "Lo veo metido, es nuestro referente junto a los 4 ó 5 que lo siguen. Está preocupado como todos nosotros y si se lo ve triste o mal, es que todos estamos igual. Es hincha de Boca y lo siente más que nadie".
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