Después del partido ante Banfield, el Titán recibió una gran despedida. La ovación de los hinchas, videos emotivos y hasta se llevó de regalo el arco que se ubicaba del lado del complejo Pedro Pompilio.
El 12 de junio de 2011 quedará grabado en la memoria del hincha de Boca, por haber sido el día que vieron por última vez a Martín Palermo como jugador en la Bombonera. El máximo goleador en la historia del club se despedía con un homenaje muy emotivo.
El partido fue una anécdota: el 1-1 frente a Banfield formó parte de una irregular campaña en el Torneo Clausura, donde terminaría en la séptima posición. El equipo de Julio César Falcioni parecía no encontrar el camino, aunque en el semestre siguiente se consagraría y de manera invicta.
Aquel Boca terminó a 11 puntos del campeón, Vélez, que justamente esa tarde se adjudicó el título. La repercusión mediática y sus festejos quedaron en un segundo plano, eclipsados por lo que representó el adiós del pueblo xeneize a uno de sus ídolos más importantes y emblemáticos.
El gol de Nicolás Colazo y el empate de Facundo Ferreyra fueron la antesala del momento más emotivo de la jornada. La Bombonera explotaba desbordada de público y algunos días después sería allanada a raíz de una supuesta sobreocupación del estadio por la apertura de los molinetes.
A la historia de Palermo en Boca le faltaba un solo capítulo, frente a Gimnasia en La Plata. El encuentro se disputó el 18 de junio de aquel año y terminó 2-2: obligó al Lobo a jugar un desempate para quedarse en Primera División y ese mismo día River fue condenado a la Promoción.
Aquel Boca terminó a 11 puntos del campeón, Vélez, que justamente esa tarde se adjudicó el título. La repercusión mediática y sus festejos quedaron en un segundo plano, eclipsados por lo que representó el adiós del pueblo xeneize a uno de sus ídolos más importantes y emblemáticos.
El gol de Nicolás Colazo y el empate de Facundo Ferreyra fueron la antesala del momento más emotivo de la jornada. La Bombonera explotaba desbordada de público y algunos días después sería allanada a raíz de una supuesta sobreocupación del estadio por la apertura de los molinetes.
A la historia de Palermo en Boca le faltaba un solo capítulo, frente a Gimnasia en La Plata. El encuentro se disputó el 18 de junio de aquel año y terminó 2-2: obligó al Lobo a jugar un desempate para quedarse en Primera División y ese mismo día River fue condenado a la Promoción.
BOCA LE REGALÓ UNO DE LOS ARCOS A PALERMO
Con sus padres en el campo de juego, el ídolo recibió interminables ovaciones por parte de los hinchas y también un obsequio muy especial. El club lo homenajeó con los postes que se ubicaban del lado del complejo Pedro Pompilio, donde tantas veces festejó sus goles frente a La 12.
La celebración incluyó videos con excompañeros y entrenadores, como Guillermo Barros Schelotto y Carlos Bianchi. El conductor de la ceremonia fue Mario Pergolini y el presidente de Boca en aquel momento era justamente Jorge Amor Ameal, a quien secundó en las últimas elecciones.
LOS NÚMEROS DE PALERMO EN BOCA
El Titán disputó 404 partidos en sus dos etapas en el Xeneize (384 como titular) y convirtió 236 goles. Además de ser el máximo artillero en la historia del club, conquistó 13 títulos: seis campeonatos locales, dos Copas Libertadores, una Copa Intercontinental, dos Copas Sudamericanas y dos Recopas.
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