El primer tiempo fue flojo. Boca intentó por todos los medios hacer daño cerca del arco de Chiarini, pero le faltó creación de juego, y también profundidad en los últimos metros de su ataque. Por su parte, el equipo de Victoria no mostró la misma línea que suelen tener la mayoría de los equipos que llegan a la Bombonera (esperar muy cerca de su arquero) pero tampoco puso en aprietos a Rossi a lo largo de los 45 minutos iniciales.
El segundo tiempo fue diferente. El Xeneize se puso definitivamente la pilcha de protagonista del encuentro, mientras que Tigre también inquietó con el juego de sus hábiles volantes y la inquietante presencia de Stracqualursi arriba. Así las cosas, Chiarini se fue agigantando cada vez más, hasta que Pavón sufrió una clara falta dentro del área. Cardona la cambió por gol con mucha clase y abrió el marcador. Cuando parecía que Boca lo cerraba tranquilo, Pérez Acuña paralizó los corazones en la Bombonera empatando el partido. Pero en el comienzo del último minuto de descuento, Jara apareció en soledad en el área chica y desató la locura en la Bombonera.
Lo que cuesta, vale. Así reza un histórico refrán, que se ajusta mucho a lo visto este sábado en la Bombonera. El equipo de Guillermo no lució, estuvo lejos de sus grandes jornadas, pero lo ganó a Tigre y dejó los tres puntos en casa. De esa forma, el Xeneize mantuvo las ocho unidades de ventaja en la Superliga y ganó un gran envión de cara a la esperadísima Supercopa Argentina que se jugará el miércoles. La cita será en Mendoza desde las 21:15, y Boca buscará una nueva estrella, ni más ni menos que en un Superclásico.
Texto - Fotos - Videos: Departamento de Prensa de Boca Juniors.
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