La reveldía no se negocia y muchos de este muleto merecen estar afuera

Guillermo hizo bien en preservar a los titulares para el duelo crucial ante Racing por la Copa. No puede ser que haya varios jugadores que sigan sin demostrar por qué están en Boca. Esta vez quedó a las claras que muchos de ellos no merecen volver a tener una oportunidad

Regalaron el campeonato. Así de simple. Se puede jugar mal, pero no entregarse ante el primer tropezón.Tigre nos marcó en nuestro mejor momento y daba la sensación que por la jerarquía que había arriba, luego de los ingresos de Gago y Tevez, se podía dar vuelta o empatar por lo menos. Sin embargo, faltó eso que bien marcó Guillermo en la conferencia: rebeldía.

Esa rebeldía, que también puede llamarse amor propio, actitud o coraje para reponerse ante la adversidad, no se vio. Sólo unos pocos se salvaron. Eso, con un equipo plagado de jugadores que perdieron la titularidad y que tenían su gran chance, no puede pasar. El DT reconoció que siempre algo queda en esta clase de partidos pese a jugarlos tan mal. En este caso, quedó la seguridad de que algunos futbolistas no merecen ninguna otra oportunidad.

No es por caerle a Jonathan Silva por su tanto en contra, porque ese infortunio puede pasarle a cualquiera. Pero lo cierto es que desde su llegada no demostró nunca un nivel acorde a lo que pretende Boca. Ni él niLeonardo Jara, que igual no jugó por estar lesionado. Ambos laterales dejan mucho que desear y pusieron de manifiesto que fueron pésimas contrataciones.

A Pablo Pérez sólo lo salvan sus ganas, su bronca y atropello por querer cambiar la historia cuando era desfavorable. Venía levantando el nivel, pero esta vez se contagió del grupo. Lo que sí realmente no se puede entender son los muy bajos rendimientos de Marcelo Meli, Sebastián Palacios y Andrés Chávez. Los trestranquilamente podrían ser cedidos porque da la sensación de que llegaron a su techo. Sumo a Nicolás Colazo.

Aunque suene duro, es así. Boca ya no puede seguir sosteniendo a jugadores que no van a rendir más allá de la media. Tuvieron su tiempo y lo desaprovecharon. Contaron con una buena chance de vencer a Tigre, quevenía con cuatro juegos sin triunfos y antepenúltimo en la tabla, y la dejaron pasar. Y lo peor es que elMatador nos ganó bien, con sus armas que no fueron más que el empuje, el ser ordenados y aprovechar sus chances.

Podíamos seguir con vida en el campeonato, aunque sea por el segundo puesto clasificatorio a la Copa Libertadores. A eso llegamos, a pelear por un segundo lugar. O mejor dicho, hasta esa única chance perdimos. Increíble.

Y son estos jugadores, los no habituales titulares, los que deben hacerse cargo. Una pena que suceda esto justo ahora que parecía que el equipo encontraba cierta identidad. Es cierto que los once titulares que empezaban a convencer no jugaron, pero sin dudas que una derrota como esta vuelve a generar un mal clima que debíamos enterrar por completo.

De más está decir que a Racing habrá que ganarle para retomar la senda del triunfo, pero sobre todo para volver a convencerse que este equipo puede llegar a más. Por la historia, por los nombres y porque atrás hay una multitud apoyando y esperando que se luche hasta el final por lo único que nos ambiciona: la Copa Libertadores. Espero lo entiendan de una vez por todas.

Por: Daniel Veuthey