r primera vez desde que asumió como director técnico de Boca , Guillermo Barros Schelotto tiene casi semanas sin partidos, para trabajar con el plantel. Antes del partido ante Atlético de Rafaela, que se jugará el 2 o el 3 de abril en la Bombonera, será tiempo para poder mejorar una serie de aspectos que le permitan al entrenador acercarse a su ideal de juego.
1-La cuestión física
En este sentido, Guillermo Barros Schelotto fue muy claro desde un primer momento, y más explícito tras el 0 a 0 con River en el Monumental: "Esto será así hasta junio". Eso significa que el cuerpo técnico actual no está conforme con el estado físico del plantel que conduce, pero la seguidilla de partidos no permite un trabajo adecuado. De hecho, esta tregua que ofrece el calendario antes de que en abril vuelva el ritmo de partidos cada tres o cuatro días tampoco da lugar a fórmulas mágicas.
Fuentes cercanas al cuerpo técnico reconocen que sería un error bautizar como mini-pretemporada a estas dos semanas de entrenamiento que arrancaron anteayer, porque si se realizaran trabajos fuertes similares a los que se hacen cuando no hay actividad, no habría tiempo para que los futbolistas se pongan a punto después.
No hay dudas de que se aprovecharán de la mejor manera estos días en continuado sin competencia, pero físicamente el equipo recién estará como este cuerpo técnico quiere después del receso invernal. Por el momento, sólo se utilizarán parches.
2- La zona defensiva
"No puede pasar que nos superen en tan poco tiempo, porque esa ventaja da otra tranquilidad y esos diez minutos le permitieron al rival manejar el partido. Hay errores que no se pueden repetir para pelear cosas importantes", declaró Guillermo tras el 0-2 ante Lanús. Y si bien el fastidio del DT era en general, es evidente que la última línea es la que siente más el reto. En el caso puntual de anteanoche, Lautaro Acosta ingresó solo por izquierda y nadie bloqueó su segundo remate en el 1 a 0, y fue mala la reacción general de la defensa en el corner que terminó con el tanto de José Sand que determinó el 2-0 en menos de cuatro minutos de juego.
En el trabajo de ayer se evidenció una insistencia en adaptarse a situaciones de juego adversas, como por ejemplo que sean tres hombres en el fondo y enfrentarse a cuatro rivales. Guillermo también se mostró atento a que la salida del equipo sea por los laterales, y que estos se proyecten, para sumarse al ataque.
3- El mediocampo y la creación de juego
Barros Schelotto reconoció después del triunfo ante Unión que todavía no había utilizado la opción de doble 5, y que por eso había salido del equipo Andrés Cubas, un hombre de marca. Ante la recuperación de Cristian Erbes (fue capitán en el partido de Reserva frente a Lanús), tal vez se vea en los próximos juegos de Boca un mediocampo más aguerrido, con más capacidad de recuperación.
Pero no es el único problema que tiene el equipo de la Ribera en el medio. Porque allí es donde deberían generarse las situaciones de gol. Pero los intérpretes que deberían cumplir esa tarea siguen muy lejos de su nivel. Ni siquiera esta versión renovada de Fernando Gago, mucho más comprometido con el juego y menos quejoso, logra destacarse. Lo mismo ocurre con Nicolás Lodeiro, que alterna buenas y malas en cada partido. Pablo Pérez es, quizás, el hombre más claro con la pelota en los pies, pero en vez de aprovechar sus condiciones queda expuesto y juega condicionado siempre, como consecuencia de sus amonestaciones seriales. Y Así las cosas, todo recae en Rodrigo Bentancur, que a los 18 años todavía tiene mucho que aprender.
4- Tevez, Osvaldo y la falta de gol
Las consecuencias son lógicas. Si no hay generación de juego en el medio, adelante la pelota no llega. Pero no todo es tan sencillo. Porque además el nivel de Carlos Tevez sigue siendo muy bajo en comparación con lo que había exhibido en 2015, aun maltrecho. Y Boca lo siente. En la actividad que realizó ayer el plantel en el Complejo Pedro Pompilio, un enérgico Guillermo le indicó constantemente a sus dirigidos cómo resolver diferentes situaciones.
A veces, incluso, utilizó frases y conceptos directos, para que los jugadores no regalen la pelota ("Si tienen que hace tres, cuatro, cinco o seis pases para llegar, no hay ningún problema. Prefiero eso a que hagan dos pases, se la den al de afuera para que mande un centro de mierda que termine en el arquero. Antes de eso, prefiero volver a jugar para atrás"). En un contexto en el cual Boca no hace goles (apenas seis conquistas en cinco de los 12 partidos oficiales del año), será necesario resolver lo que ocurre en el plano ofensivo.
5- El aspecto anímico
La derrota ante Lanús fue un golpe duro para el grupo, que sabía que si vencía al líder quedaba a dos puntos de la cima y ahora está a ocho. Ahora, habrá que asimilarlo lo más pronto posible y para ello Guillermo Barros Schelotto ya había anticipado el viernes último, en la entrevista con canchallena.com, cuál sería su postura en caso de una derrota: "Ganar los ocho partidos que faltan para obligar a Lanús a que gane al menos cinco".
De todas formas, resulta fundamental que el equipo de la Ribera también asuma la posibilidad concreta de que la lucha por el campeonato local está complicada. Sin bajar la guardia, será cuestión de enfocarse en el otro premio que entrega el torneo doméstico: terminar segundo en la zona y clasificarse a la Copa Libertadores 2017, con todo el valor económico que eso implica (sólo por participar de la fase de grupos de la edición de este año, Boca recibe 1.350.000 dólares de la Conmebol). Hoy el equipo está a cinco puntos de Estudiantes y Atlético Tucumán, escoltas de Lanús.
En caso de no ocupar esos lugares, las únicas chances de formar parte del torneo continental del año próximo serán levantando ese trofeo en 2016 y/o ganando la Copa Argentina.
pl.
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