Puede que inconscientemente el plantel se la haya creído. Quizá le metieron tanto en la cabeza eso del 'dream team', lo de 'las dos formaciones' o las grandes figuras que tiene el plantel, que quizá salen a jugar subestimando y creyéndose los mejores. Y acá, una aclaración: no es malo creerse el mejor; el problema es no hacer los méritos para demostrarlo. Así está Boca hoy.
Frente a un River que con muy poquito le alcanzó para ser superior, el equipo volvió a dar una imagen fea. Como apagada. Mostró unrendimiento apático, desganado, muy falto de fútbol y sin un rumbo claro. Nada tiene que ver Guillermo, quien lleva apenas tres prácticas y dos partidos. Y seguramente nada haya que reprocharle al Mellizo de aquí hasta el semestre que viene. Como tampoco el Vasco era el culpable de todos los males.
Llegó la hora de los jugadores. Llegó el momento de que cada futbolista se valga por sí mismo y demuestre por qué está en Boca,la institución número uno del país y una de las mejores del mundo. Que sientan que tienen que matarse para ganarse un lugar; y no digo en la cancha, sino en el club.
Porque a partir de ahora muchos, por no decir todos (saco a Tevez, quien por su condición de ídolo tendrá siempre ganada su continuidad pese al mal presente) deberán dejar en claro que quieren continuar en Boca. En este sentido, será vital el mensaje que baje el cuerpo técnico, que será al fin y al cabo el que tomará las decisiones más importantes a mitad de año. Pero ojo, porque las mismas comienzan a pensarse a partir de ahora. Y eso el plantel debe tenerlo bien en claro.
Da la sensación de que el campeonato quedó lejos, aunque a decir verdad por tener que enfrentar en dos fechas al puntero Lanús no vamos tan mal. Eso desde los números porque si vamos al juego estamos realmente muy mal. En la Copa Libertadores hay mucho más margen y ahora vendrá una dura excursión a la altura ante Bolívar, donde el punto no será un mal resultado. Eso permitirá acomodarse y sacar ventaja de local para encaminar la clasificación.
Lamentablemente, los planes cambiaron drásticamente y ya no son los mismos de principios de año. Hace algunas fechas que la realidad nos dio una dura cachetada y nos mostró que todo será más difícil de lo que se pensaba. Nada que un club tan grande como Boca no pueda superar.
A confiar y esperar que el cambio de actitud y mentalidad de varios se produzca, por el bien de todos y sobre todo de ellos, los jugadores, si quieren seguir en el equipo más ganador de la Argentina.
Por: Daniel Veuthey
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