Es increíble como este equipo se renueva cada vez que puede, pero para mal. Espero que tomen la real conciencia de lo que hicieron. Cientos de kilómetros, frío a cuestas y ni que hablar de todo el dinero (mal) gastado para ver otra pobre actuación de Boca. Pobre de los hinchas, que pésima manera de comenzar.
Lo más llamativo de todo es que se vuelve a tropezar con la misma piedra. Se cometieron errores que parecían solucionados (los defensivos) y se sigue pecando por la falta de eficacia y de gol de los delanteros, una constante (que ya cansa) en los últimos tiempos. Esta combinación fue un baldazo de agua fría y un golpe muy duro a la ilusión de todos.
Todavía no empezó el torneo y da la sensación que en vez de avanzar se retrocedieron muchos pasos. Se vendrán días muy duros donde el temple, el temperamento y la actitud de cada uno tendrá que salir a flote. Ocho días durísimos en donde se hablará de todo y todo será válido, porque las malas actuaciones siguen sucediéndose fecha tras fecha y no hay un horizonte claro.
Para ir de lleno al partido con Huracán, un equipo con mucha actitud pero muy limitado, se hizo un correctísimo primer tiempo. O mejor dicho, primera mitad del primer tiempo, donde la triangulación, la movilidad, la creación de juego y la presión, daban las esperanzas de estar ante un equipo totalmente renovado. En fin, un equipo, que con tiempo pueda afianzarse.
Sin embargo, dos errores puntuales e imperdonables del Daniel Díaz (sí, aunque duela, llegó el turno de ir nombre por nombre), eliminaron tempranamente a Boca de uno de los tres torneos que estaba obligado a ganar. Porque así se debía tomar este semestre, pero parece que aún no lo entendieron.
En el primer tanto, con todo el equipo en ofensiva esperando, el "Cata" envía un mal pase y de contra convierte un delantero (Ramón Ábila) que hasta ahí había hecho todo mal. Se mostraba perdido, en offside y siempre a destiempo. Así y todo, muy mal parado atrás, no se lo pudo frenar y gol. Y el segundo, otra marca perdida del 'capitán' (aunque parezca mentira) tras un centro aéreo y la mala fortuna de Orion – lesionado – que queda a destiempo.
Pero Díaz, que a esta altura ya no sé si merece seguir siendo titular, no es el único culpable de esto que pasó en San Juan. También lo es Emmanuel Gigliotti, errando todo lo que le mandaron; Hernán Grana, de nuevo unmuy flojo partido y haciéndose expulsar de manera tan tonta, como restándole importancia a la camiseta que lleva puesta; Fernando Gago, siempre de mal humor, que se pierde en la nebulosa y se sacrifica sólo para su bien – en ataque – pero que si la pierde olvídate que vuelva.
A favor, las ganas de Federico Carrizo, algunos destellos de Gonzalo Castellani y el sacrificio de Jonathan Calleri. Los tres, justamente los refuerzos, demostraron cosas. Como para que quede claro que los otros siguen sin entender dónde están. Aunque es muy poco destacar esto, sería muy erróneo no mencionarlo o recaer en ellos, los nuevos, toda la responsabilidad que sí tienen que llevar los de siempre, los que vienen hace tiempo desprestigiando esta institución.
Se arrancó pésimo, se está varios escalones atrás y como se dijo más arriba, será una semana muy pesada en el "Mundo Boca". Lo bueno, si es que hay algo, es que esto recién empieza y aún quedan dos torneos para lograr el principal objetivo. Que son dos: festejar un título y clasificar a la Copa Libertadores. Ojalá lo tengan bien en claro de una vez por todas.
