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jueves, 11 de mayo de 2017

Centurión, el jugador que Boca extraño durante su lesión y la carta del superclásico

Volvió del esguince de rodilla antes de lo previsto y es titular indiscutido para Barros Schelotto: el equipo levanta con el número 10

Ricardo Centurión, en la práctica de Boca

Lo inmediato era el partido ante Patronato, pero lo importante se situaba en la proyección hacia el superclásico. Cuando Ricardo Centurión sufrió un severo esguince de rodilla en la práctica del día previo al choque con el conjunto de Paraná, la preocupación no se instaló en su ausencia para ese partido, ni siquiera en los siguientes, sino en saber si estaría en condiciones para el choque de la 24a fecha. "El objetivo es llegar al partido con River", reconocía hace diez días. La incógnita se develó una semana antes del encuentro más esperado, porque después de una acelerada recuperación, que sorprendió al cuerpo técnico por acortar los tiempos fijados, fue titular el fin de semana pasado ante Estudiantes.




"A Centurión le queda muy bien la 10 de Boca", había dicho Maradona cuando Ricky apareció con ese número en el verano. Heredero de la emblemática camiseta que dejó vacante Carlos Tevez con su partida al fútbol chino, el desequilibrio que genera en los duelos individuales lo pone como un jugador indispensable en el armado de Guillermo y Gustavo Barros Schelotto. Su ausencia durante tres partidos fue un problema que los Mellizos no lograron resolver: por eso probaron primero con Nazareno Solís (frente a Patronato), luego con Fernando Zuqui (ante Atlético de Rafaela) y finalmente con el juvenil Gonzalo Moroni (con Arsenal). Así, cuando el ex Racing, Genoa y San Pablo se sintió en condiciones -aunque no pleno- reingresó en la formación inicial.

Desde la lesión que afectó el ligamento colateral de la rodilla izquierda hasta la vuelta transcurrieron 21 días, un lapso corto para un esguince de grado 2, pero un período de inactividad que produjo una pérdida de ritmo de competencia. "Alternó buenas y malas, pero lo vi bien. Quizá le costó el segundo tiempo y por eso hicimos el cambio", analizó Guillermo, que en el segundo tiempo del encuentro con el equipo de La Plata lo sustituyó por Walter Bou. De cara al partido frente a River, Centurión llegará no sólo con varias prácticas, sino también con los poco más de 70 minutos de real exigencia que tuvo en el Estadio Único.

Desde que comenzó el año, a Boca le fue muy bien con Centurión y lo extrañó cuando no estuvo. Con el jugador de Villa Corina presente, el conjunto de la Ribera obtuvo 13 puntos de 15 posibles (victorias ante Banfield, San Martín de San Juan, Defensa y Justicia y Vélez, y empate con Estudiantes); mientras que cuando estuvo ausente apenas ganó un partido en cuatro presentaciones (derrota frente a Talleres, empates con Patronato y Atlético de Rafaela y victoria sobre Arsenal). En las 18 fechas en las que estuvo presente marcó seis goles, y cada vez que lo hizo, Boca ganó.

Recostado sobre la izquierda, Centurión combina con Frank Fabra en las escaladas del colombiano, se asocia con Rodrigo Bentancur y Fernando Gago en el mediocampo para gestar el juego ofensivo y en el último tercio de la cancha busca tanto la definición propia como asistencias a Darío Benedetto. Habilidoso para enganchar hacia adentro a partir de jugar con el perfil cambiado (es diestro) y rápido para desbordar y dañar con centros, el equipo encuentra en sus recursos el modo de destrabar la contención de los rivales. El domingo intentará imponerse en el duelo con el paraguayo Jorge Moreira.

Al finalizar la práctica del martes, Gustavo le dio algunas indicaciones en una charla de la que también participaban Guillermo y Ariel Pereyra. En el entrenamiento en el complejo Pedro Pompilio mostró su juego habitual, pero con un esfuerzo moderado y algunas acciones aisladas que dan cuenta del costo de la lesión que dejó atrás pero todavía impone algunos condicionamientos. De todas maneras, tendrá su primer Boca-River como titular. En el superclásico de la primera mitad del campeonato, ingresó a los 20 minutos de la segunda etapa y selló el triunfo 4-2 con el último gol de aquella tarde en el Monumental.

Boca no sabe aún si disfruta de los últimos partidos de Centurión en el club o si después de junio lo seguirá contando en su plantel, para lo que deberá pagarle 6.300.000 dólares al San Pablo, de Brasil. Lo que sí tiene claro es que el domingo necesita de su impronta gambeteadora en el partido más especial.

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