Cada vez que Guillermo Barros Schelotto se refiere al sello distintivo de su equipo, afirma que el trabajo de cada entrenamiento apunta a conformar un conjunto que ataque permanentemente y frente a cualquier adversario. Por eso el fastidio se hizo indisimulable luego del empate con Atlético de Rafaela, en el que Boca produjo muy poco en ofensiva. Lanzarse hacia adelante implica muchas veces el riesgo de desprotegerse atrás, y en la búsqueda de mantener el equilibrio dio con un jugador a la medida del requerimiento: Wilmar Barrios , destacado por su despliegue y aporte en la contención.
Más que por el esquema táctico (que varió en los 13 meses de gestión de los Mellizos), la premisa de enfocarse en el arco rival se evidencia en las características de los jugadores elegidos para salir a la cancha. Por eso el centro del mediocampo fue pensado por los Mellizos para Fernando Gago. El capitán, un futbolista más vinculado al primer pase del ataque que a la recuperación, reaparecerá el domingo ante Arsenal después de que su lugar haya sido muy bien cubierto por Barrios.
Ante el desgarro del ex Real Madrid, la primera opción elegida por los Barros Schelotto había sido Sebastián Pérez, de buen traslado y panorama. Pero la fatalidad redujo su presencia únicamente al encuentro frente a Defensa y Justicia, a partir de la posterior ruptura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Forzados por las ausencias, Guillermo y Gustavo se vieron entonces obligados a colocar como mediocentro a Barrios, y el colombiano de 23 años se destacó tanto con una gran versión del equipo -frente a Vélez-, como en actuaciones deficitarias -ante Patronato de Paraná y Atlético de Rafaela-.
La probable formación de Boca ante Arsenal: Rossi; Peruzzi, Vergini, Insaurralde y Fabbra; Barrios, Gago y Bentancur; Pavón, Benedetto y Solís
Consultado por LA NACIÓN sobre el desempeño del futbolista de la selección cafetera, Guillermo destacó que tuvo "rendimientos muy buenos" y analizó que el estilo del equipo "no cambió a pesar de que la pelota haya pasado más por otros jugadores que por él". Gago formaba un triángulo con Pablo Pérez y Rodrigo Bentancur y lo mismo habían buscado los Mellizos con Sebastián Pérez. Por sus características, Barrios en varios pasajes invirtió esa forma geométrica para componerla con Santiago Vergini y Juan Manuel Insaurralde para liberar a los volantes por afuera a sus costados.
Mauricio Serna, voz autorizada en el Mundo Boca, y sobre todo para esa posición, aseguró hace tiempo que Barrios es el indicado para ubicarse en el centro de la formación: "Wilmar tiene que ser el cinco de Boca. Se la banca solo. Ya se lo dije a Guillermo". Chicho primero y Raúl Cascini después fueron los volantes centrales del Boca multicampéon internacional de Carlos Bianchi, era en la cual Guillermo se erigió como ídolo azul y oro. Sin embargo, en su rol de técnico prefiere otro estilo, distinto al que lo llevó a ganar tantos títulos como jugador.
Desde su llegada al club de la Ribera, Barrios supo tener paciencia para aguardar su chance. Incluso le costaba ganarse un lugar en el banco de suplentes. Antes de estar desde el arranque ante Vélez, Patronato de Paraná y Atlético de Rafaela, solamente registraba dos partidos de titular en Boca: el año pasado frente a Rosario Central, por los cuartos de final de la Copa Argentina, y, más recientemente, ante Banfield. En el choque de la reanudación del campeonato en el sur de conurbano jugó como volante por la derecha, el mismo lugar que ocupará frente a Arsenal a partir de la suspensión de Pablo Pérez por acumulación de amonestaciones.
Barrios ya sabe cómo suenan los aplausos xeneize, porque los hinchas reconocieron sus empeño. El ingreso al equipo estuvo determinado por imponderables, pero supo aprovechar muy bien las oportunidades. En uno u otro sector del mediocampo y más allá de las ausencias circunstanciales, el colombiano parece haberse ganado un lugar en la formación inicial de cara al tramo final de un torneo que Boca sabe no puede dejar escapar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario