Boca dejó atrás el pésimo clima que lo despidió en Buenos Aires para encontrarse en esta ciudad con un sol radiante y una temperatura de 20 grados, mucho más relacionada con el tiempo primaveral que indica el calendario.
En menos de un minuto y medio, el plantel y el cuerpo técnico se trasladó del micro al hotel, frente a poco más de un centenar de hinchas que se acercaron a este hospedaje ubicado lejos del centro cordobés, pero estratégicamente bien ubicado: lejos del ruido y a un par de kilómetros del estadio Kempes. Los gritos son leves, hasta que se asoma Carlos Tevez . El magnetismo del Apache despierta el fervor y desata los aplausos.
"Más allá de todo lo que se hable, tenemos que estar enfocados en hacer las cosas bien y tratar de ganar el partido", expresa Santiago Vergini en rueda de prensa. Su declaración está en sintonía con la línea que bajó el cuerpo técnico: bajar los decibeles del partido de mañana frente a Central, en donde el recuerdo de la polémica final de la edición 2015 de la Copa Argentina y en el cual el conjunto rosarino lo palpita como una revancha.
"Se habla de revancha por lo que pasó la otra vez. Por ahí el árbitro se equivoca a favor de uno u otro. El fútbol es así y hay que entenderlo", manifiesta Gino Peruzzi , una de las columnas sobre las que se erige el equipo que conduce Guillermo Barros Schelotto. El defensor sabe todo lo que se juega Boca y no elude esa responsabilidad: "Para nosotros es un partido clave, en el cual intentaremos hacer las cosas bien y ganarlo, para acercarnos a la Copa Libertadores."
Más distendido, Peruzzi afirma que su tupida barba tiene fecha de vencimiento: "A lo mejor para el verano me la saco. No es por ninguna cábala. Me la fui dejando y me gustó".
Boca se enfrentará a Rosario Central este miércoles, a las 21.10, en el estadio Kempes, donde todavía quedaba un remanente de plateas para ambos equipos, a un valor de 500 pesos.
pl/ae
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