Lamentablemente, como se dice habitualmente, es más fácil echar a un entrenador que cambiar a todo un plantel. En este caso, ya se cambió todo un plantel y no hubo salida.
En un día tan triste como este, porque se trata del entrenador más ganador de la historia, hay que pensar los porqué. Rápidamente, se viene a la mente decir que la siesta se trasformó en pesadilla. Que quedó en el tiempo en muchos conceptos. Fueron diez años y el fútbol cambió mucho.
Pero sin hacer mención a su edad, porque en la historia existen muchos entrenadores longevos y con la calidad intacta (Ferguson), hay que reconocer que nunca se pudo adaptar a una nueva era. Tampoco se rodeó de la mejor manera, y ahí está el principal problema. No tuvo nunca ayudantes que lo apuntalen, por el contrario.
Que quede claro: decir que se terminó este ciclo no cambiará para ninguno de los hinchas de Boca lo que es Carlos Bianchi: seguirá siendo el máximo DT, quien nos llenó de gloria. El que quedará inmortalizado por siempre. Y al que le agradeceremos de por vida.
Pero por el bien del club, ya no hace falta estirarlo más. Pasó más de un año y medio y nunca se encontró el equipo, un modelo a jugar, una identidad. Se cambió todo un plantel, se trajeron todos los refuerzos que solicitó. Y todo siguió igual, lamentablemente.
Repito, por el bien de Boca y sobre todo por tu bien, Bianchi tenés que ponerle fin a esta agonía. Para que tu figura se mantenga inalterable y porque sería muy doloroso que el domingo, en La Bombonera se te despida de una manera que no merecés.
Boca quedó eliminado de la Copa Argentina, quedó casi afuera en un campeonato y no hay que esperar quedar eliminado de la Copa Sudamericana para despedirlo. Y acá entra en juego la Comisión Directiva.
Los dirigentes, por una vez en la vida, se tienen que poner los pantalones y decirle de frente lo que piensan. Basta de manejarse por encuestas, de hablar por los pasillos, de enviar mensajes off the record. Háganse cargo del lugar que ocupan, representen a los socios que los votaron y a los millones de hinchas que no lo hicieron, y enderecen el rumbo del club. Dejen de ser tibios, más allá que lo fueron siempre, incluso con Riquelme que se fue solo y ni la cara les dio para echarlo. Tomen una buena decisión alguna vez.
Y para vos "Virrey", también. Basta. Serás por siempre el mayor ídolo. Quien nos dio más Libertadores que cualquiera. Quien nos hizo llorar de alegría en cada final, en cada definición o cada madrugada en Japón. No hace falta llegar a un punto donde algún trasnochado (con más razón que pasión) te insulte en tu casa. No llegues a eso, por favor.
Por el amor a Boca que sentís, no antepongas tu orgullo por encima de los 109 años de historia del club más importante del país, y más ganador del mundo. Esto se tiene que terminar.
Por: Daniel Veuthey
Por: Daniel Veuthey
